Y fastidiado, el Sr. X protestó a grandes gritos: “¡No entiendo por qué siempre obtengo el mismo resultado!”.
viernes, 17 de octubre de 2014
Pensamiento crítico: Necedad.
NECEDAD
Y fastidiado, el Sr. X protestó a grandes gritos: “¡No entiendo por qué siempre obtengo el mismo resultado!”.
--“¿Qué pasa?”, le preguntó la Sra. Z.
--“¡Es que he multiplicado por treinta veces seguidas 8 unidades por 5 unidades y el resultado no cambia!”
--“¿Cómo es eso, Sr. X? Quizá pueda ayudarle”, preguntó atenta la Sra. Z, con la esperanza de ser útil.
--“¡Siempre obtengo 40 unidades!”, gritó de nuevo el Sr. X. "¡Estoy harto; veré contra quien me desahogo!".
La Sra. Z intentó una y otra vez explicar al Sr. X que si realizaba las mismas acciones repetidamente, el resultado sería idéntico, pero el Sr. X, ignorante y testarudo, no escuchaba; estaba empeñado en la necedad de obtener un resultado diferente --a fuerza de gritos y manotazos--, y repitiendo las mismas acciones.
La Sra. Z observó con decepción y tristeza al Sr. X y se alejó. Mientras pensaba en lo que debía hacer al día siguiente, la Sra. Z reflexionó en que de nada habían servido tantos años de experiencia de vida del Sr. X: seguía empeñado en hacer las mismas acciones por comodidad, con la esperanza de obtener un resultado diferente, sin entender que quien debía cambiar era él.
Y fastidiado, el Sr. X protestó a grandes gritos: “¡No entiendo por qué siempre obtengo el mismo resultado!”.
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